
arquitectura
El ejercicio de la arquitectura es un acto cultural que va ligado a una necesidad básica de resguardo del ser humano.
Los orígenes de la arquitectura los encontramos en los primeros asentamientos humanos. Construir era una actividad comunitaria. Los materiales, las formas y la técnica iban ligados intrínsecamente al lugar, a los recursos próximos, a la climatología local y a los condicionantes externos. La arquitectura respondía a las necesidades más primarias.
La arquitectura, en su origen, se integra en el modelo biológico.
Es un modelo cíclico e infinito.
Este concepto ha ido evolucionando en paralelo con la evolución de la técnica, de los materiales, de la especialización de los trabajos y de las necesidades de cada cultura, de cada sociedad y de cada época.
Esta evolución exponencial se ha ido distanciando de sus orígenes y desvinculando del entorno más próximo, del medio natural y también del hombre, hasta el punto que actualmente responde básica y únicamente a criterios técnicos y económicos. En segundo plano han quedado el bienestar comunitario, la economía de los medios y recursos, el impacto ambiental, las necesidades y la salud de las personas, la riqueza de la formas y de los materiales naturales, el vínculo con el lugar, la climatología y el entorno natural...
La arquitectura ha evolucionado hacia un modelo de producción lineal y finito. Es un modelo desvindulado completamente del ciclo biológico e insostenible.
La obsolencia de este modelo actual y los perjudicios que ocasiona tanto a nivel ambiental como de salud de las personas nos hacen replantear de nuevo la acción de proyectar y construir.
La nueva arquitectura emergente nace, como nuestro proyecto, de la crisis económica y social, de la necesidad de un cambio estructural a todos los niveles, y va ligada a los nuevos movimientos sociales.
Escuchamos las necesidades del presente, pensamos en aquellas de las generaciones que vienen, miramos hacia el pasado y aprendemos de sus errores y de sus virtudes, relativizamos aquello que no es esencial para la vida y damos valor a lo que es fundamental para garantizar una vida sana y llena en un mundo en equilibrio. Construimos pensando en el bien de las personas y en el bien común.
La nueva arquitectura es la arquitectura de las personas y del equilibrio entre la cultura, la técnica y la biología.
El nuevo modelo de arquitectura se reintegra nuevamente en el ciclo biológico buscando el equilibrio entre la cultura, la técnica y la biología. El bienestar y la salud de las personas y la sostenibilidad son los pilares de la bioconstrucción.
Desde projecte ArBRe, el estudio de la arquitectura no es solo hablar de programas funcionales, de metros cuadrados, de normativas y de presupuestos. El estudio de la arquitectura es pensar en los espacios, en las formas, en la luz, en las relaciones visuales y entre espacios, en el lugar, en el entorno, en el aire, en el clima, en la naturaleza, en el terreno, en los materiales y sus propiedades físicas, en la construcción, en los detalles, en los colores, en las texturas, en los sentidos, en la acústica, en el ambiente interior, en la salud y el bienestar, en la funcionalidad, en los recursos, en la energía, en el agua, en el sol, en las radiaciones, en la eficiencia, en la economía, en las personas, con sentido común.